La Reconversión Económica


A veces, disvariando, se me ocurre pensar que el gobierno de Juan Vicente Gómez no fue tan malo en realidad. El tipo puso orden en su hacienda (Venezuela), un territorio lleno de caudillos, ladrones y muertos de hambre. Lo hizo mientras bailaba pegao con la “realeza” local, esa que explotaba y aún explota al resto de los habitantes. Gómez aseguró su realengo entregándole el negocio del petróleo a los entendidos gringos, para que no quedara en manos de estos ignorantes locales. Pero no lo hizo para apalancar el progreso del país. No chico, lo hizo repartiendo las concesiones a su familia para que las entregaran, así ellos entrarían también al sarao.

Los intelectuales de la época estaban felices, jalando bola y recibiendo dádivas de mi General, paseando por el mundo e ilustrándose adecuadamente. Con dineros del Estado, claro. A estos parásitos la historia los recuerda pomposamente como la “generación del 28”. Así serían de inútiles, que el primer atisbo de nacionalismo por esos días lo tuvo fue un militar. Con la firma de la primera Ley de Hidrocarburos en 1943, Medina Angarita aseguró dos cosas: 1) que el Estado entregaría concesiones de explotación petrolera por 40 años (50 y 50), en lugar de la familia de Gómez; y 2) que lo derrocarían, por irrespetuoso con el dueño del circo.

Iban a pasar esos 40 años de las concesiones y al final, sin indemnización alguna, las concesionarias estarían obligadas a devolver su concesión y se marcharían, justamente 40 años después de 1943: es decir, en 1983. Pero llegó el megalómano de CAP, un destacado discípulo de la generación aquella, y montó el show de la “soberanía nacional” y la nacionalización petrolera, 7 años antes, obligándonos a pagar una jugosa indemnización a esas pobres compañías por las chatarras y por los enormes pasivos ambientales que nos dejaron. Tremenda farsa y tremenda estafa a la nación que se nos vende como un hito glorioso de la democracia venezolana.

Lo cierto es que desde la explosión del Barroso, los venezolanos le debemos hasta el modo de caminar al petróleo; así no lo sepamos. En esa historia, una cuerda de vivos se dedicaron a colectar la “Renta Petrolera”, como la llaman los economistas, que no es más que la ganancia de la nación por producir y vender petróleo; mientras otro grupo, más numeroso, más pendejo y agobiado por el hambre, dejó el negocio en manos de los primeros. La renta se colecta de muchas formas. En otros países, las compañías producen riqueza porque tienen los cojones de invertir en investigación, desarrollo de tecnología y producción. En Venezuela, desde cuando Gómez, lo único que ha hecho falta es tener un buen contacto. No fabricamos ni chapas de refresco. Todo lo que hacemos es invertir los reales del Estado, que vienen del petróleo (la renta), para comprar aparatos que “fabrican” cosas; o compramos espejitos y los vendemos como joyería. Aquí cualquiera cree que tiene billete porque se lo ha trabajado. Sí, Luis. Aquí el que se mueve tiene billete porque hay MUCHO billete en la calle. Con el mismo esfuerzo, inclusive mayor, en países con economías más “normales” tendrían un nivel de vida muy inferior al que lucen en esta tierra de gracias. Y todo eso es sólo gracias al petróleo y su renta.

Más del 95% de los ingresos de divisas en Venezuela los provee el petróleo. De ahí salen las divisas que utilizamos para importar hasta las risas, porque no las fabricamos aquí. Quienes atrapan la renta (cualquier bicho de uña), se encarga luego de revenderla internamente, creyendo que forma parte de la economía productiva, cuando en realidad lo que son es una cuerda de parásitos y estafadores. Se han llenado de billete porque consiguen los Dólares baratos y los revenden caros, son fanáticos del dolartudei y hacen lo que haga falta para mantener el negocio.

El Estado subsidia un montón de cosas (paga caro por un bien afuera y lo revende adentro más barato al pueblo), para que el desenfreno de los parásitos no mate de hambre a la población. El resultado de esta política es que cuando uno recibe un kilo de harina de maíz a precio subsidiado, también está recibiendo Dólares baratos. Cualquier cosa que se subsidie se convierte en una especie de billete de Dólar barato. Se pueden hacer dos cosas: o te comes tu arepa tranquilo y la disfrutas; o vas y revendes ese billete de Dólar barato al precio del mercado (sin subsidio), con lo que crees ganarte unos reales. Esta última opción es la preferida por los bachaqueros, compran cualquier producto que se subsidie en el país (Dólar barato) y se van a Colombia donde pueden venderlo a precio internacional de mercado (Dólar caro, o real). También los bachaqueros nacionales, que no saben hacer nada o están cansados de “trabajar”, manipulan la escasez y revenden productos semibachaqueados a precio internacional: otra vez según el sacrosanto dolartudei.

Un ejemplo patético es el precio de la gasolina. Una gandola de 35mil litros de gasolina de 91 octanos cuesta hoy 35mil Bolívares Fuertes (0,35 Bs.S). Como comparación, una sola postura de gallina costaba hace poco unos 200mil Bs.F., así, cada vez que una gallina cacarea, está botando por la cloaca unas seis gandolas de gasolina. Esas mismas seis gandolas valen en el hermano país unos 200mil Dólares ¿Han oído hablar de la gallina de los huevos de oro?.

¿Cómo es posible que exista esa “tasa cambiaria” entre la gasolina y el huevo? Lo peor es que todavía hay quienes creen fehacientemente en la validez económica del dolartudei.

Ganancias como las que se obtienen con el contrabando de gasolina financian cualquier cosa, incluyendo la manipulación en la disparidad de la tasa de cambio. Ha servido para financiar toda una industria de la extracción, la logística para el transporte, incluyendo la corrupción de cualquier ser humano que tenga sangre en las venas, se monta en el financiamiento que provee el contrabando mismo. Es tan lucrativo que sobrepasa con creces las ganancias del tráfico de drogas.

Y entonces, llegó el 20 de agosto y mandó a parar.

Gracias a la diluida que se logró en el valor numérico de nuestro Bolívar, explicada por las redes con mucha profundidad y gracias a una tasa de cambio huevo-gasolina, se hacía impráctico manejar tantos ceros en cualquier contabilidad, incluso la de a pie (aparte del rollo con la escasez de billetes, un tema aparte). Esto, en el fondo, es una pendejada numérica, es sólo una cuestión de comodidad mental. No es que eliminar los ceros no sirva o no esté relacionado con el resto de las medidas, sino que es el factor de menor relevancia.

Lo verdaderamente impactante y novedoso (histórico) es la combinación de varias medidas inéditas: la monetización de nuestras reservas petrolíferas; el anclaje de nuestra moneda nacional a una criptomoneda que no es fiduciaria; y esta, a su vez, fija a un valor de referencia como el precio del barril de petróleo: un Petro vale lo que el mercado está dispuesto a pagar por un barril de petróleo. El Petro tiene una paridad fija de 3.600 Bolívares Soberanos. Un Petro es un criptoactivo, respaldado por un barril de petróleo; Y 20.000 millones de barriles de petróleo pasaron a formar parte de las reservas de activos de la nación.

Vamos por partes.

La monetización de nuestras reservas significa convertirlas en activos de la nación. De esta forma, se convierten en parte de la referencia sobre la cual se puede hacer emisión de dinero, igual a como se puede hacer con las reservas de oro. De hecho, el patrón oro había funcionado históricamente muy bien para la economía mundial, inclusive pasando por los acuerdos de Bretton Woods. Sin embargo, los Estados Unidos, después de haber impuesto su moneda al mundo para el intercambio comercial, después de la segunda guerra, olímpicamente destrozó el patrón en 1971, gracias a la irresponsabilidad recurrente de sus aventuras bélicas. Desde esa fecha imprimen e imponen lo que llaman dinero fiduciario, una moneda cuyo valor básicamente se soporta en la confianza que tengan quienes asumen el intercambio. El valor del Dólar estadounidense se sustenta más en el miedo que en la confianza, porque su aceptación tiene detrás al aparato bélico más grande del mundo. Han logrado convertirla por la fuerza en la moneda de pago para la compra-venta de petróleo (petrodólares), y de ahí su importancia estratégica. Si el petróleo deja de venderse en Dólares, el Dólar pierde su valor. Una vez que monetizamos las reservas, las nuestras pasarían a valer un montón inimaginable de dinero, esa misma reserva que los científicos de dolartudei decían que se estaba agotando. Con una tremenda ventaja adicional: el valor del petróleo no depende del Dólar, es justo al revés. Pues bien, ahora tenemos reservas para rato, a precio del mercado.

El Petro es un criptoactivo. No es una criptomoneda, ni es una moneda fiduciaria como sí lo son el Bitcoin o el Dólar, porque tiene un respaldo firme y real: su valor no se basa en la confianza, se basa en el valor del activo que lo respalda. Además, su respaldo es un montón de petróleo certificado de nuestra faja: 20mil millones apenas, de los más de 300 mil millones que tenemos en reserva. Es cripto porque el registro de sus transacciones se hace utilizando la tecnología del Blockchain, una especie de registro electrónico que ya expliqué antes. La tecnología Blockchain le otorga seguridad electrónica a la propiedad, y con la tremenda ventaja (otra más) de que no se puede bloquear, porque su dinámica no pertenece a los sistemas financieros mundiales (tipo SWIFT). Para detener una transacción de este tipo habría que tumbar TODA Internet, y sin embargo, los registros quedarían en servidores distribuidos, listos para transmitir apenas se reconecten. Pues bien, ahora nadie nos puede bloquear.

El Bolívar Soberano tiene una tasa fija de conversión con el Petro. Esto significa que el tipo de cambio es fijo, no cambia, y con las reservas que tenemos disponibles no es posible comprar infinitos Petros, se acabarían primero los Bolívares (M2) antes de llegar siquiera al 5% de los Petros disponibles, por lo que la oferta es abierta, constante, sin limitaciones y sin cambios. De hecho, no hace falta comprar Petros para ahorrar en divisas, porque siempre costarán el mismo número de Bolívares. Podrían quizás comprarse como inversión pensando en aumentos en el valor del barril de petróleo, algo muy probable en los años que vienen. Pero, sin importar cuanto valga el barril, los Petros siempre valdrán lo mismo en Bolívares. Las fluctuaciones en el valor del barril no afectarán el salario mínimo, porque la tasa Bolívar-Petro es fija. Lo que cambiaría sería la capacidad de compra en el extranjero, pero eso es exactamente igual a lo que ocurre con cualquier otra moneda cuyo balance se ve afectado por las fluctuaciones en los precios de las materias primas o productos que se importan o exportan. Pues bien, se acabaron los vaivenes, serán tan estables como la estabilidad en el precio del barril de petróleo, algo bastante complicado de modificar.

La estabilidad fiscal será otro beneficio adicional. No será posible emitir dinero inorgánico porque la referencia estará fija al valor del barril de petróleo, algo que ni el gobierno, ni la oposición, ni dolartudei podrán manipular. La unidad de cuenta que ahora es el Petro, fija lo que entra y lo que se puede utilizar puertas adentro. Pues bien, se acabó la maquinita de imprimir billetes.

¿Hacia dónde vamos?

Es difícil predecir con precisión cada detalle de lo que ocurrirá, inclusive, si ocurrirá. Sin embargo, combinando las ideas en mi cabeza, la aventura se me parece mucho a una nivelación entre el costo de las cosas y los ingresos en nuestro país, y el costo e ingresos de los países que nos rodean; es decir, la gallina y sus posturas quedarán ubicadas relativamente donde les corresponde en la economía real, con respecto a las gandolas de gasolina.

Los precios seguirán subiendo en la primera etapa de la transición, lo harán de forma alocada (como buenos venezolanos que somos) hasta que los precios e ingresos internos se nivelen con los precios e ingresos internacionales. Quizás hasta se pasen un poquito. Las viejas inmediatistas chillarán como locas por la mega-súper-castrocomunista inflación; igual lo harán los comerciantes desaforados, subiendo precios como locos. Todo eso va a ocurrir. Pero llegará el momento (en menos de tres meses, y dolartudei nos va a ayudar) en que se tendrán que estabilizar, por las buenas o por las malas, porque la gallina no puede estar por delante de la gandola de forma indefinida en la economía real. Habrá un techo que se alcanzará cuando las cosas comiencen a costar más que en el resto del mundo y entonces ahí: voilá, se detendrá la montaña rusa. Si las cosas salen más baratas afuera, pues será más económico comprarlas directamente afuera y traerlas. Por esta razón, el Gobierno va a subsidiar “regalando” el sueldo mínimo aumentado, metiendo billete parejo por adelantado, para que cualquier mortal con sueldo mínimo pueda comprar las cosas que necesite, las que se le antojen, sin problemas, a precio dolartudei. Tendrán liquidez para eso. Los consumidores comprarán cosas a precios locos el tiempo suficiente mientras los comerciantes y empleadores logren recibir suficientes entradas en suficientes monedas “dolartudeizadas” como para poder pagar los 1.800 Bs.S. que, por ahora, el Gobierno asumirá en el sueldo mínimo.

Una vez que los precios lleguen al valor internacional, no será negocio para el bachaquero comprar y revender, no tendrá sentido contrabandear, porque el billete de Dólar barato que antes canjeaba ya no existirá más. Tampoco lo será para el contrabandista de gasolina, porque el litro le saldrá igual de caro aquí y allá: a precio internacional. Se acabará como por arte de magia la perniciosa extracción que nos dejaba en escasez de cualquier producto: alimentos, medicinas, utensilios, repuestos, etc.. Se comenzarán a corregir todas las distorsiones que hemos venido acumulado durante años de subsidios indiscriminados, para dar paso a una economía más equilibrada y estable.

El Gobierno tendrá dinero de sobra para cubrir el período transitorio, porque sólo con la gasolina que nos ahorramos por el contrabando será suficiente. Eso sin contar con los ingresos petroleros ordinarios, o la conversión de reservas en divisas. Pero también el Gobierno debe entrar en una fase de racionalización de los subsidios, pasar de aplicárselos a los productos, a dárselos directamente a las personas; por lo menos. Se puede subsidiar por la vía de un aumento de sueldo o por la vía de reducir artificialmente los precios de los productos. Ya sabemos lo que ocurre con esta última de las opciones: aparecen los bachaqueros. Por esta razón, es preferible subir el sueldo y dejar que los precios fluctúen libremente, en el juego de la oferta y la demanda. Los subsidios siempre distorsionan el mercado, así que lo más sensato es ir desmontando todo ese aparataje ineficiente y perverso. Habrá que sincerar el precio de los servicios, la telefonía, la electricidad, el agua, todos tendrán que pasar al costo internacional para que sean sustentables. Y no tendremos problemas en pagarlos, porque recibiremos también un salario internacional.

Es casi una dolarización, pero mucho mejor: una Petrolización, como dijo el Presidente. De hecho, el valor relativo del Dólar está influenciado por el costo real de un barril de petróleo. Pudiéramos decir incluso que tanto el Dólar como el Petro, de alguna forma son monedas ancladas al valor fluctuante de la energía contenida en un barril de petróleo. Las reservas de Venezuela no son de caraotas ni de plátanos, son depósitos del líquido indispensable que contiene la energía que mueve al mundo.

¿Cuáles son los riesgos de esta aventura?

Si esta movida funciona de acuerdo con lo esperado (y no hay razón para que no lo haga), sería un terrible ejemplo para el resto del mundo, en particular, para los productores de petróleo ¿Se imaginan que los árabes, o los iraníes, o los mexicanos, o a los rusos se les ocurra monetizar sus reservas y comiencen a transar sus ventas de petróleo en monedas criptográficas? ¿Que el Dólar estadounidense se vaya a pique porque su valor perdería toda la confianza (temor) que le tienen los mercados? A Sadam Husein le incendiaron el país y lo colgaron por haber amenazado con vender su petróleo en Euros (quien crea que fue por dictador, o por la libertad, o por la democracia, o por cualquiera de esas pendejadas que dicen, le recomiendo que abra bien los ojos). O a Mouammar Kadhafi, o a Bashar Al-Asad, etc. La historia reciente habla muy claro sobre las intenciones de no perder el poder económico que tiene la divisa estadounidense sobre el comercio internacional. Más claro no se puede hablar, estamos frente a un riesgo enorme.

Otro problema no menos importante es el de la magnitud del negocio del contrabando y del tamaño de la economía que se mueve en el norte del Colombia, en la frontera con Venezuela. Poblaciones colombianas enteras viven del contrabando, los ejércitos paramilitares y las bandas criminales se financian y expanden sus operaciones gracias a la liquidez que obtienen del contrabando. El Estado colombiano no tiene control ni autoridad sobre ese enorme territorio de su país: ¿qué hará el Gobierno de Colombia cuando le toque lidiar con la bomba de tiempo que está armada, con el gigantesco drama social de millones de personas que no tienen otro soporte más allá del contrabando de extracción desde Venezuela? ¿Se vendrán todos para nuestro país? ¿Se armará una guerra civil allá? ¿De qué forma nos afectará? ¿Financiarán otro(s) atentado(s)?

Y la población de Venezuela: ¿habrá aprendido la lección de austeridad que nos trajo esta situación de crisis, o seguiremos perdidos en el consumo suntuario y despilfarrador, improductivo, ahora que tenemos chequera nueva? ¿Comenzaremos a producir, seguiremos produciendo insumos básicos tal y como el pueblo ha aprendido a hacerlo para paliar las dificultades, o mandaremos todo eso al cipote y seguiremos arrecostados en la rumba derrochista y facilista?¿Qué será de la arrogancia y de la falta de humildad que nos caracteriza como sociedad, será que la lección por tanta pela, dentro y fuera de nuestras fronteras, pasará por debajo de la mesa y seguiremos inundados de patanes y oportunistas, chulos y parásitos?

La locomotora está encendida, lo que viene es joropo.

Comentarios

  1. Solo entre lineas, elementos de juicio muy acertados en el analisis, sin embargo desde mi perspectiva el "Pobre Negro" (petroleo) no es el "Culpable". Al pobre negro le han indilgado cuanta falta de Amor Patrio, de conocimiento y mentes mezquinas con una pobre vision de desarrollo ha existido.

    Y el pobre negro ha sido tan noble con su pueblo, que siempre lo ha sacado a flote. Y este siempre, es una concepcion muy cortoplacista, porque el pobre negro solo tiene en nuestras vidas 131 años, desde su aparicion por primera vez en aquellas tierras andinas que, dando origen a nuestra primera empresa petrolera con sello venezolano "La Petrolia del Tachira". (Disculpen la ausencia de acentos, es un tema tecnologico a resolver en mi maquina).

    Solo muy ligeramente he observado el destino de otros pueblos que no han contado con el "Pobre Negro" y sin embargo su suerte no ha sido muy distinta a la nuestra. Es el caso de los paises productores de diamantes, de cobre o de plata. La justificacion inmediata es "Se repite el mismo esquema, porque son bienes minerales".

    Pero demos un vistazo a los productores de Nuez Moscada o de Vainilla, ha sido acaso su destino diferente??

    Este brochazo sumamente empirico, me ha llevado a pensar que mas alla de la naturaleza del bien que represente la riqueza de un pais, subyace la firme conviccion e intencion de unos cuantos (vale decir muy pocos) que se "Abrogaron el Derecho a decidir el Destino del Mundo y de la Humanidad", juegan sin escrupulo alguno a "SER DIOS" y a imponer su Unica y Exclusiva Voluntad, porque ciertamente se creen Con Ese Derecho. Algo analogo a aquella expresion: "Son los Representantes de Dios en la Tierra".

    Soy optimista, y Gaia en este girar y girar, esta dibujando una nueva era, un cambio radical de los paradigmas mentales y del conocimiento; que nos lleva a comprender y a asimilar conscientemente "Que el Alfa y el Omega Son Uno". "Que la Oscuridad Existe porque la Luz Existe". Y solo volteo a ver a Mi Izquierda y a Mi Derecha y cada dia veo mas y mas Seres Humanos Buscando y Acercandose a la Luz.

    Con todo respeto y admiracion hacia quien escribio este articulo J. Montenegro, y con inmensa gratitud porque su articulo me ha inspirado, sintiendo el valor para expresarme por primera vez en mi vida publicamente respecto a un tema por un medio como este.

    Ely V.


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