En la ocasión de una de las tantas consultas públicas con las que nos hemos venido acostumbrando, tal cual la que se avecina con las parlamentarias, recibí de varias fuentes en mi correo electrónico una de esas cartas de desesperación con “piquete” que envían en masa, tipo cadena, haciendo llamados a la población a participar en el proceso electoral. La súplica en cuestión utiliza argumentos de esos que desconciertan, porque uno no termina de saber si es en serio o es en broma.
Es posible que yo tenga algo que llaman...que se llama..., ¿Cómo es que se llama?. Ah, se llama memoria, que sirve para que uno recuerde cosas, le interesen o no, y que me hace contrastar añoranzas con realidades y recuerdos con reclamos. La carta me sirvió para hacer un ejercicio de memoria y de cuantificación de hechos que muchas veces tengo en el subconsciente y que no siempre afloran con precisión. En ciertas oportunidades tengo “apreciaciones generales” sobre lo que ocurre, pero no recuerdo con precisión qué me hace pensar así. Pues bien, esta carta me sirvió para precisar algunas cosas, inclusive, otras más para las que no encontré espacio en el texto.
La carta modificada con mis comentarios,y que fue reenviada a los remitentes y remitidos de entonces, la pueden examinar AQUI. Hice una pequeña investigación en la red para conseguir referencias que sustentaran algunos de mis argumentos e incluí los enlaces, por si quieren revisarlos (hay unos muy interesantes y sorprendentes, sobre todo los relacionados con el racismo en Venezuela). El texto original está en negro y mis comentarios están en rojo.
Un comentario adicional. En mi permanente escarbar de la web, me he encontrado con sitios-web que se utilizan con mucha intensidad en períodos previos a los procesos electorales pero, una vez que concluyen, se desaparecen del ciberespacio. Lo que hago regularmente es copiar el portal entero y lo guardo, para conservarlo como referencia. Es posible que algunos de los enlaces que sugiero no estén activos. Si les interesa el tema me mandan un correo y nos ponemos de acuerdo.
Es posible que yo tenga algo que llaman...que se llama..., ¿Cómo es que se llama?. Ah, se llama memoria, que sirve para que uno recuerde cosas, le interesen o no, y que me hace contrastar añoranzas con realidades y recuerdos con reclamos. La carta me sirvió para hacer un ejercicio de memoria y de cuantificación de hechos que muchas veces tengo en el subconsciente y que no siempre afloran con precisión. En ciertas oportunidades tengo “apreciaciones generales” sobre lo que ocurre, pero no recuerdo con precisión qué me hace pensar así. Pues bien, esta carta me sirvió para precisar algunas cosas, inclusive, otras más para las que no encontré espacio en el texto.
La carta modificada con mis comentarios,y que fue reenviada a los remitentes y remitidos de entonces, la pueden examinar AQUI. Hice una pequeña investigación en la red para conseguir referencias que sustentaran algunos de mis argumentos e incluí los enlaces, por si quieren revisarlos (hay unos muy interesantes y sorprendentes, sobre todo los relacionados con el racismo en Venezuela). El texto original está en negro y mis comentarios están en rojo.
Un comentario adicional. En mi permanente escarbar de la web, me he encontrado con sitios-web que se utilizan con mucha intensidad en períodos previos a los procesos electorales pero, una vez que concluyen, se desaparecen del ciberespacio. Lo que hago regularmente es copiar el portal entero y lo guardo, para conservarlo como referencia. Es posible que algunos de los enlaces que sugiero no estén activos. Si les interesa el tema me mandan un correo y nos ponemos de acuerdo.
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