Las Revoluciones Rápidas y Fáciles


Pedro y Peter, grandes amigos se encontraron un día y se pusieron a hablar mientras se tomaban un café:

Peter: Mira pana, yo creo que tu eres chavista. Te voy a decir algo, yo siempre he sido revolucionario, desde hace muchos años: marxista, estalinista y tronquista. Pero este loco lo que ha hecho es poner a pelear a la gente y no hace nada por el desarrollo del país. ¿Cuánto tiempo tenemos que esperar para que arranque el proyecto ese de ustedes?

Pedro: ¿De qué me estás hablando, men? Explícate.

Peter: Mira, los cubanos llevan cincuenta años peleando y el Gobierno todavía se ve obligado a quitarle la patria potestad a los niños. Los iraníes acaban de conmemorar sus treinta y todavía siguen siendo terroristas fundamentalistas, miembros del eje del mal. Los vietnamitas están comiendo puro arroz desde que los gringos y los franceses decidieron dejarlos solos a su suerte, igual que los de Korea, creo que los del sur, que andan tirando bombas atómicas.¿Cuánto nos falta a nosotros?

Pedro: El principal problema que enfrentan las revoluciones es, justamente, desmontar ese aparato ideológico, estructural, que no deja que se desarrolle el país. Un pequeño “problemita” en el que nos engranamos intelectualmente millones de venezolanos que es creado, fortalecido, mantenido y auspiciado, justamente, por el menos interesado en que el país se desarrolle: el colonizador.  

Peter: No chico, no podemos seguir echándole la culpa a los demás, nosotros somos los únicos responsables de nuestro atraso.

Pedro: ¿Tu crees?¿Será cierto que cada uno de nosotros es responsable en partes iguales por nuestra situación?¿Será que de verdad, cada uno de nosotros somos los únicos responsables, en forma individual, por la falta de desarrollo como pueblo?¿Será que somos igual de culpables Lusinchi, Pedro Perez, Betancourt, Gómez y yo?¿Será que la responsabilidad de la dirección es la misma que la del rebaño?¿Todo esto ocurrió sin que nos diéramos cuenta o ante la mirada indiferente (o impotente) de la clase educada y dirigente que nos precedió?¿Será que más nadie se atrevió a intentar reconducir el país o quienes lo intentaron fueron asesinados?

Peter: Coño, tu siempre tan extremista, tenías que ser chavista ¿Quién es el culpable entonces?

Pedro: Déjame decirte algo: El poder no se entrega, se quita. Los colonizadores no ceden sus colonias con facilidad. Vamos a imaginarnos que puede existir un grupo, o grupos económicos colonizadores, de esos que obtienen ganancias exorbitantes a partir de la explotación irracional de recursos y de gentes que van a ceder sus utilidades en aras de una conversión ideológica.

Imagínatelo: Supondríamos ingenuamente que con una explicación detallada de lo que significa la propuesta revolucionaria comenzarían a pensar entonces, de un día para otro, que han sido injustos con los explotados; que se han portado muy mal; y que a esos explotados ahora se les ve un alma y unas necesidades. Cambiarían, estoy seguro que ahora serían solidarios y justos.

Peter: Claro, comenzarían a trabajar por el país.

Pedro: Sí, y entonces, la labor de reconstrucción y rescate del país será sencilla, ¿Verdad?. Una vez que los colonizadores entiendan exactamente como es el Socialismo del Siglo XXI, con todos los detalles de ese modelo que dicen que ni Chávez conoce, arrancaría una nueva historia para los pueblos. A partir de ese momento el crecimiento será indetenible y ya no habrá más pugnas por conquistar el poder.

Peter: No sé por qué Chávez no entiende eso.

Pedro: Por cierto, ¿Tu conoces la estructura de la propiedad de las supuestas empresas y fábricas nacionales? No te hablo de los pulperos con billete, ni de los corruptos de la cuarta y de la quinta que tienen tremendos negocios. Te hablo del billete gordo, los que mueven el PIB. ¿Tu sabes quienes son los verdaderos dueños de la industria asentada en el país?¿Sabes quienes mueven la bola de billete en el país?¿Son venezolanos, empresas 100% venezolanas?

Peter: Y, ¿Qué tiene que ver la propiedad del parque industrial con lo que estamos hablando?

Pedro: No mucho, pero mejor déjame seguir imaginando. Nada importará que estemos nadando sobre un mar del tan ansiado petróleo. Las grandes petroleras habrán comprendido finalmente que ese excremento del diablo ya tenía dueño cuando ellos llegaron. Hasta serían capaces de compensarnos por toda la riqueza que han extraído una vez que hayan comprendido lo injustas que han sido. Las concesiones mineras del sur harán lo propio con sus campos de minerales valiosos y estratégicos, así como también lo hará el sistema financiero que nos exprime y que fue impuesto en los clubes de Bretton Woods y el consenso de Washington. Es más, hasta es posible que inviten a Chávez a cerrar la rueda en Wall Street cada 11, 12 y 13 de abril, como una vez lo hicieron antes del 2002.

Peter: Lo que yo no entiendo entonces es: ¿Cómo es que este señor no ha hecho nada por el país?, si parece tan fácil. Lo único que tiene que hacer es explicar claramente su propuesta para que todos la entendamos y dejar de estar gritándo y espantando a los pobres inversionistas que forman parte de algo que él se empeña en llamar “imperio”. ¡No señor!, esa es la razón fundamental de mi molestia: la falta de respeto por la libre empresa.

Pedro: ¿Qué harías tu, Peter?

Peter: Yo vendería PDVSA y pagaría la deuda. Vendería también SIDOR, EDELCA, ALCASA y todos esos elefantes blancos que lo que hacen es perder dinero. Con todo ese dinero haría cien mil casitas por año y resolvería todos los problema de la población. Así hicieron en Argentina, y fíjate lo bien que les ha ido. De este modo, los inversionistas vendrían al país a producir riqueza para todos, como sucede en México, en la India, en Indonesia, Tailandia, Myanmar y en tantos otros países en los que dejaron de insultar a la gente y se dedicaron a trabajar. Ahí está la clave de todo. Entonces, como te decía al principio, yo soy revolucionario, soy de izquierda y siempre he pensado en los pobres. Pero con señores como este no quiero ir ni a la esquina. Lo que ha hecho es dividir al país...Pedro....Pedro...¿Tu me estás parando bolas?


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