Los malos y los buenos en la historia contemporánea de Venezuela


Me he lanzado un maratón corto de la historia contemporánea de nuestro país, y resulta que ahora como que tengo más dudas de las que tenía cuando empecé a leer.
 
La cuestión comenzó cuando me leí el libro de Sant Roz: Rómulo Betancourt: el procónsul de Venezuela (requete agotado en papel, pero que ahora SE PUEDE DESCARGAR). Un recuento histórico venezolano que comienza con el mandato de Gómez, visto desde la vida y andanzas del ilustrado aquel. Ese libro, escrito con el ácido que caracteriza a Sant Roz, no me dejaba descansar. Me mantenía pegado a pesar de lo largo y más largo de cada uno de los relatos sobre la vida del “padre de la democracia”. No tengo por que creer todo lo que dice, pero tampoco tengo por qué no creerlo. Cada episodio, cada narración, cada referencia, terminaba por presentarme hechos y revelaciones que, en el peor de los casos, podían confirmarse sólo por pura lógica. Otros, ya los había leído, narrados por otros personajes de la época.
 
Tanto deseaba creer lo que leía que terminé consiguiendo dos libros más (me falta un tercero), en un intento por ver los hechos desde otra perspectiva. Los otros dos libros, referenciados varias veces en el de Sant Roz, son: Pedro Estrada Habló y Habla El General, ambos pertenecientes a una serie de entrevistas realizadas por Agustín Blanco Muñoz. En los enlaces me tomé la molestia de montar la introducción del autor incluida en cada uno, junto con el índice general, para que tengan una idea de las cosas que se pueden leer y conocer sobre la historia de la “dictadura”, narrada desde la perspectiva de los primeros actores. Si logran conseguir estos raros libros no los pelen, son de lectura obligatoria si se pretende construir un criterio personal sobre ese período de nuestra historia que está lleno de gritos y distractores: la integridad moral de más de uno rueda por el suelo con lo que pude leer. El libro que me falta es uno escrito por el mismo Pérez Jiménez: Frente a la Infamia. Lo tuve en mis manos y no lo compré por caleta, pero en cualquier momento resuelvo el asunto.

Sin embargo, el avance en las lecturas me acrecienta el problema con el que identifico este escrito. Ahora no sé quiénes son los buenos y quiénes son los malos. Después de haber leído estos tres libros, otros tres más antes de estos y una serie de artículos que encontré en la red, pues no me queda más remedio que dudar de absolutamente todo lo que había escuchado antes sobre la historia de Venezuela, al menos desde Gómez y hasta el primer reinado de Carlos Andrés Pérez. Parecía que las sospechas que tenía sobre la falta de integridad y moralidad (y cojones) de unos cuantos actores de la vida pública nacional se han ido confirmando poco a poco, desde el más engominado hasta el más arrastrado. Así como también se han reivindicado algunos mal tratados por la historia.
 
Bueno amig@s, no les doy más pistas sobre lo que encontré. Busquen, lean los libros y hagan su propio juicio.

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