La Economía como Ciencia


Según el RAE, la economía es “...Ciencia que estudia los métodos más eficaces para satisfacer las necesidades humanas materiales, mediante el empleo de bienes escasos...” o también “...Sistema económico en el que las decisiones tienden a obtener el mayor beneficio según los precios de la oferta y la demanda con un mínimo de regulación...”, entre otras acepciones.

Por lo que logro entender, parece ser una ciencia que estudia como se mueve el billete. Pues a mi me parece que más bien la economía es una ciencia sociológica que mide las reacciones de la sociedad en función de como se mueve el dinero (AQUI tengo otra definición). Además, está rodeada de una serie de eufemismos que pondré entre paréntesis en mi argumentación.

Hay una serie de conceptos manejados por los economistas que describen las reacciones del “mercado” en relación a las variaciones de flujo que tiene el dinero (es bueno recordar aquí que la palabra “mercado” es la que utilizan los economistas para referirse a la gente), Algunas de estas cosas se refieren a la llamada teoría monetarista, que estudia mi reacción consumista en función de las monedas que tengo en el bolsillo o en una cuenta de banco. Tenemos, por ejemplo, que si hay mucho billete en la calle (liquidez), mucho dinero en manos de la gente (circulante), entonces pronostican que la inflación sube, explicada por un mayor poder adquisitivo de la gente (mercado) que sale a la calle como loca a comprar peroles (bienes de consumo). Si hay poca liquidez (la gente está pelando), entonces no compra nada, por lo que la demanda supera a la oferta (la mano invisible del mercado) y, ...voilá, la inflación baja.

Se supone que los economistas buscan el punto de equilibrio entre la mínima inflación y el circulante suficiente para estimular la producción. Inclusive, la gente pudiera estar pelando porque no tiene trabajo. Cómo será de cínico el asunto que hay un nivel de desempleo deseable porque es favorable a la inflación. Si esa gente que no tiene trabajo lo consiguiera, tendría dinero en el bolsillo para gastar y estimularía la inflación.

La situación actual en el mundo está tan deteriorada económicamente que los bienes de consumo que mueven la inflación no son los suntuarios (perolitos de adorno), sino la comida (revisen lo que se discute actualmente en el World Bank). 

Si hay mucha agua circulando, entonces se inventan unos recogedores de liquidez (emisión de bonos de deuda, certificados de ahorro, aumentos en la tasa de interés pasiva, etc.), para recoger como esponjas el “exceso” regado (circulante), y reducir la cantidad de monedas en nuestros bolsillos. Estas monedas se sacan del juego en un ahorro a largo plazo (dejan de ser utilizadas para comprar peroles, temporalmente), con la promesa de recibir una comisión por hacerlo (se habla de un estímulo al ahorro, yo lo llamaría un soborno al consumismo).

Los aumentos en las tasas de interés pueden ser peligrosos, ya que la tasa de interés pasiva (estímulo al ahorro) siempre presiona la tasa de interés activa (pasiva es la que pagan los bancos por mantener tus ahorros, frente a la tasa activa, siempre mayor, que cobran por prestarte el dinero). Si se sube mucho la tasa de interés pasiva, indirectamente se sube también la activa: los préstamos se vuelven “caros”. La consecuencia de un alto costo para el dinero prestado es que la producción se ralentiza o se encarece y, de nuevo, aumenta la inflación. Por cierto, ¿Qué pasaría si se recogieran todas las monedas y la gente se viera forzada a intercambiar sus bienes sin utilizarlas? El soborno que se paga por congelar las monedas también sirve de referencia para estimar la inflación. Ya verán por que.

Supongamos que yo tengo un billete en mi bolsillo y decido invertirlo. La inflación, fenómeno casi indetenible por la manía de asignarle precio a todo, inclusive al tiempo, hace que para mantener el valor real de esos billetes en la economía sea necesario convertirlos en cualquier cosa (la cuestión es tan simple como que si no muevo el capital que tengo, irremediablemente se me diluye en el tiempo). O los convierto en recogedores de liquidez o los pongo a producir bienes (no sirve meterlos debajo del colchón).

Si los pongo en un banco, me quedo tranquilo en mi casa cobrando regularmente la comisión, sin sudar y sin sobresaltos (a menos que el banco se lleve los reales, como ha pasado varias veces). Si los pongo a producir bienes, asumo entonces el riesgo asociado a la producción (no sé si mayor o menor a que un banquero sea honesto), razón por la cual no esperaría obtener una comisión inferior a la que recibiría viendo televisión en mi casa, con la misma cantidad de billetes metida en un banco. ¿Qué significa esto? Que la comisión pagada por esos depósitos sirve de base a la comisión que esperaría ganarme en una inversión de riesgo. Con esto también se modifica el precio de los bienes que se producen y, por lo tanto, el punto de equilibrio entre oferta y demanda, lo que finalmente conduce todo a un nivel mayor de inflación.

Estamos jodidos por todas partes. Retomando ahora el planteamiento inicial sobre la descripción de la economía como ciencia. Para mi, la economía debería ser una rama de la psicología o de la sociología (quién sabe si hasta de la psiquiatría), ya que su rol en el mundo actual es medir o anticiparse a cómo reacciona la sociedad cuando se mueven las variables monetarias y cuales son las respuestas esperadas, según la experiencia y el modelaje aprendido.

 

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