La estrategia imperial para rescatar a Venezuela

Como si eso fuera peo de ellos, por cierto.

Hemos escuchado varias veces, demasiadas diría yo, que para Venezuela todas las opciones están sobre la mesa. Desde los centros de poder económico en el mundo, esos que se disfrazan de democráticos para esconder sus intenciones imperialistas, a través de sus operadores políticos y propagandísticos, por supuesto, nos han enviado todas las plagas que tienen en la chistera: plaga política, económica, financiera, diplomática, y ahora hasta una plaga militar nos amenaza desde El Caribe. Desde que somos una amenaza inusual y extraordinaria, yo creo que hasta la culpa del CoronaVirus la tenemos.

Esta última plaga, la militar, me parece más un bluff irresponsable que cualquier otra cosa. Hasta los más enconados enemigos puertas adentro del monstruo la han descartado, por razones que van desde lo económico hasta lo inoportuno, inefectivo e inútil. Sin embargo, esto no quiere decir que no sea una opción real, sino que en este momento no es factible, porque si lo fuera, desde hace rato la hubieran aplicado sin tanto discurso anestésico ni avisos. Ese cuento sirve más para mantener la emoción, la cohesión y el fuego de la (des)esperanza en un grupo de venezolanos desquiciados que sueñan con ver a su país sumido en una guerra fraticida; estarían felices viendo su tierra invadida por los ángeles marines. Ayuda también a seguir recolectando fondos entre ellos para financiar a una cuerda de parásitos de ultramar que creen en aventuras alocadas y sin futuro, como ellos mismos, suponiendo que de tanto intentarlo alguna vez pudiera funcionar. Les sirve, básicamente, para mantener la publicidad paranoica y sacarse unos cobres en el intento. Esa amenaza de invasión les sirve más como amenaza que como una acción real. Los militares, particularmente, saben más sobre esto que los mismos civiles.

También nos han contado el cuento de que las sanciones son personales y directas, dirigidas sólo a unos pocos funcionarios del régimen, de quienes se tienen las pruebas irrefutables que participan en actividades de narcoterrorismo, corrupción y toda clase de agresiones a la libertad y a la democracia. Pero resulta que esos mismos individuos, supuestamente aislados y supuestamente terribles, son cuentadantes de muchas instituciones del Estado, y al estar sancionados y bloqueados en forma personal, también están sancionadas y bloqueadas las operaciones financieras de las que depende la ejecución de los presupuestos en las instituciones que dirigen. Si están tan preocupados por la sustracción de los dineros del Estado venezolano ¿Por qué coño no les congelan los activos personales extraterritoriales, donde supuestamente tienen los millones que se han robado, y dejan fluir la cuentas institucionales? Simplemente porque la idea no es sancionar al funcionario, como nos quieren hacer creer, sino bloquear las acciones estratégicas del Estado y contribuir al desgaste del Gobierno. Es simple: te corto la bolas y después te acuso de no poder preñar a tu esposa. Por esta vía de las inocentes y altruistas sanciones personales, aparte de otras más mundanas pero no tan decisivas, no hay aditivos para refinar la gasolina ni para reducir los crudos pesados; no hay insumos ni repuestos para reparar los equipos con que funcionan los servicios públicos; se dificulta y se encarece la compra de insumos para la producción local de bienes y servicios; se tranca la importación de suministros para la agroindustria. Como si fuera poco, también se estimulan la especulación y el canibalismo propio de las situaciones de escasez extrema. Como consecuencia natural (y seguramente esperada, según el plan), se incrusta la inflación y los sueldos no alcanzan para nada. Los seres humanos, intentando mantener su estilo de vida o incluso sobrevivir, hacen lo que sea, como saquear los bienes de la nación, emigrar desesperados y dejar a las instituciones vacías (sin trabajadores), o vender su alma al diablo en negocios inmorales con tal de obtener algo extra para poder comer. Insisto: te corto la bolas y después te acuso de no poder preñar a tu esposa.

Por supuesto, todo este show del bloqueo humanitario siempre está acompañado de la promoción sin parar de un mundo globalizado, interdependiente en esencia y por principios, con valores comunes e intercambiables, donde lo más importante es resguardar la libertad del comercio y el intercambio entre pueblos: yo soy libre de comprarte y tú eres libre de venderme. A menos, claro, que a mi no me dé la gana de permitirlo y te clave con sanciones.

Es así como el núcleo de la estrategia libertaria que nos aplica el imperio es tomar en cuenta todo lo que haga falta para destruir y dividir la base de apoyo que tiene este gobierno que no les gusta, por la vía de la asfixia ¿Por que? porque lo único que mantiene en el poder al chavismo y siempre ha sido y será, es la mayoría numérica de extracción popular junto a unas votaciones, que en el modelo de democracia que también nos venden significa que en una elección, quien saca más votos es quien gana la decisión. Es tan cierto esto y lo tienen tan presente en el plan maestro, que saben que si en este momento se proponen unas “elecciones libres” para escoger a Miss CoronaVirus, con un virus del lado del gobierno y otro del lado de la oposición, pues ganaría por mayoría el virus del gobierno. Quizás no tanto porque esa mayoría que lo apoya esté completamente feliz con lo que ha hecho el gobierno o apoye las cagadas que este ha puesto, sino porque le tenemos tanta arrechera y desconfianza al otro virus que seguimos saliendo en masa a conservar nuestra opción original. Hemos sido tan maltratados, utilizados, denigrados y apartados de las decisiones del país que también nos pertenece, que no tenemos ni el más mínimo vestigio de confianza hacia quienes percibimos como nuestros opresores; mientras que sí tenemos clarita la inclusión, la asistencia, el reconocimiento y la esperanza que desde el chavismo se ha sembrado. Si fuera cierto que la oposición es mayoría, como tanto lo cacarean, no haría falta desgastar al voto de lo que llaman pueblo para que cambie su opinión, porque simplemente ganarían (como ha ocurrido, pero lo omiten). Y eso es lo que intentan hacer, insisto, por la vía de la asfixia; por la vía de ahogar la esperanza.

Como los estrategas saben que no ganarían ni siquiera la elección del Miss CoronaVirus, la opción de elecciones “libres” no luce como muy confiable para el plan. Como que mejor intentan crear unas condiciones de ingobernabilidad de tal magnitud que la situación desemboque en un conflicto social de gran escala, igual al que provocaron en Libia, en Iraq, en Siria, por ejemplo; uno que amerite la milagrosa intervención extranjera para “recuperar” el orden y satisfacer el sueño erótico de la oposición desquiciada (la que lleva más de 20 años en eso y que se parece tanto a lo que han hecho en Ucrania desde el famoso Maidán). Aunque yo creo más bien que desde hace rato le vienen apostando a un plan alterno con el que mejor intentan revertir esa relación numérica que mencioné antes. Lo vienen haciendo con un conflicto que no necesariamente cambia la mentalidad de la base popular, ni logra que apoyen o sientan simpatía por una opción alternativa. Es decir, el triunfo no sería porque la base popular quiera finalmente cambiar de gobierno y acepte uno de oposición, sino por buscar un escape a un conflicto por la supervivencia misma, por la desesperación asociada a las dificultades de la subsistencia, o por la pauperización de la vida. Es como torcerle el brazo al rebelde, pues si no haces lo que te digo, comerás mierda hasta que reacciones.

Concluyo entonces que este plan tiene dos objetivos centrales para los que se trabaja en paralelo y sin descanso. El primero es desgastar (más bien aniquilar) la base numérica popular, reemplazando la motivación del pueblo para ir a votar por un cansancio ligado a la necesidad por sobrevivir. De esta forma se buscaría forzar la abstención masiva e invertir la tendencia histórica, para eventualmente convertir a una minoría absoluta en una mayoría relativa (con una fracción que por cierto, tiene menos presión por la subsistencia). Un segundo objetivo, en sintonía y dependencia con el primero, es mantener a la base numérica de la oposición suficientemente frustrada, desequilibrada, desesperada y cohesionada (y convencida por cualquier vía) como para aglutinar su apoyo irrestricto en una propuesta eleccionaria, así sea con cualquier monigote que se les presente como opción, ya que en estas condiciones de destrucción del país, muchos alegan que “cualquier opción es mejor que lo que tenemos”. Si se logran ambos objetivos de forma simultánea, y para eso han puesto toda la carne en la parrilla, en esas elecciones podría ganar hasta el pato Donald. Pero debe estar claro que el resultado nada tendría que ver con la libre opinión de los venezolanos, sino con la inducida y forzada desesperación de todos: de tirios y troyanos.

Son tan miserables este plan y sus promotores que cada vez más se refuerza mi convicción rebelde, junto a la de muchos, por hacer de tripas corazones y seguir resistiendo; aún en semejantes condiciones y con la esperanza intacta. Comeremos mierda mientras haga falta, porque la esperanza y la rebeldía nos dan la fuerza. Seguimos esperando pacientemente que venga una situación de orden superior y cambien las relaciones de fuerza que les impidan a esas verdaderas plagas imperiales la intromisión en los problemas internos de cualquier país, y provocar el sufrimiento de tanta gente, no sólo en Venezuela, sino en el mundo entero. Parece mentira, pero quizás algo tan pequeño como un virus sea esa solución mágica que estamos esperando para recuperar el equilibrio y una mayor felicidad en nuestras vidas y en el planeta. Quién sabe.

Nota al 21-sep-2021: después de escuchar el informe preliminar de la Relatora de DD.HH de la ONU Alena Douhan, y la presentación de su informe en la ONU, tuve que releer esto que escribí hace casi un año, porque no dejaba de darme vueltas en la cabeza el argumento falaz y repetitivo aquel según el cual esas sanciones nos nos afectarían, sino solo a los corruptos del rrrRégimen. Pues ahora que hasta el verdadero régimen opresor se da golpes de pecho (ver informe de la United States Government Accountability Office) y se presentan pruebas objetivas sobre los efectos masivos e indiscriminados (e inefectivos) que han afectado a toda la población, además de una decisión en el mismo sentido del Tribunal Supremo de Justicia de la inefable Unión Europea, y los que siguen llegando: (26/ene/2024) Venezuela: Overview of U.S. Sanctions Policy; me entra una profunda arrechera por lo injustificable de los matices que algunos venezolanos todavía puedan tener frente al tema. Todavía hay quienes repiten como loros que la culpa de esta tragedia que nos afecta es del Socialismo, semejante desatino, cuando resulta que las sanciones son precisamente una estrategia del más puro Capitalismo Corporativo, el más salvaje y perverso, el que no le importa asfixiar a la población hasta que se rinda. Ese Capitalismo disfrazado que ni siquiera respeta sus propias bases filosóficas. Cada quien seguirá creyendo lo que sus neuronas le dicten, aquí les propongo oxigenar la sinapsis con una de las perspectivas:


Nota al 18-jul-2023: Como si fuera poco, el patán este, que no es peor que quien lo sucedió en la presidencia, le explica a los desinformados un pedacito de las verdaderas estrategias de su país para "recuperar" la democracia. Lo que quieren recuperar es lo que siempre han considerado como propio.

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